miércoles, 19 de septiembre de 2018

ANÁLISIS DE INICIATIVAS PÚBLICAS Y PRIVADAS PARA MEJORAR LA PRODUCTIVIDAD DE LAS MIPYMES DEL SECTOR PASTELERO DE LA CIUDAD DE GUAYAQUIL - ECUADOR

RESUMEN
El desarrollo del presente análisis, se llevó a cabo con la finalidad de analizar las iniciativas públicas y privadas que se han implementado para mejorar  la productividad en las MIPYMES del sector pastelero en la ciudad de Guayaquil, a fin de lograr determinar si se ha percibido para este sector un beneficio o no desde su perspectiva. Se analizaron como parte fundamental para el proyecto, diversas referencias teóricas, a través de las cuales sea posible entender ampliamente lo que abarcan las definiciones y conceptos, que fueron respectivamente citados y referenciados para mantener su sustento válido. En cuanto a la metodología aplicada, se consideró un diseño de investigación no experimental, bajo un tipo de investigación descriptiva de enfoque mixto, donde posteriormente luego de obtener los resultados de las encuestas, fue posible validar la hipótesis general, dado  que en el Ecuador  se han establecido incentivos tanto del sector público como privado para favorecer el desarrollo de las MIPYMES del sector pastelero; en cuanto a la hipótesis particular uno, también se logró validar, aunque a pesar del apoyo existente,  existen brechas para un grupo de MIPYMES que se han visto limitadas a implementar mejoras a nivel interno; mientras que la hipótesis particular dos se rechazó, debido a que las MIPYMES que no han logrado acceder al apoyo externo ofrecido, se debe a factores como la gran cantidad de requisitos que piden.


Palabras clave: apoyo externo - brechas - desarrollo - incentivos - iniciativas públicas y privadas - innovación - mejoras - MIPYMES - productividad – sector pastelero  


https://www.eumed.net/rev/cccss/2018/05/productividad-mipymes-ecuador.html

https://www.researchgate.net/publication/326234645_ANALISIS_DE_INICIATIVAS_PUBLICAS_Y_PRIVADAS_PARA_MEJORAR_LA_PRODUCTIVIDAD_DE_LAS_MIPYMES_DEL_SECTOR_PASTELERO_DE_LA_CIUDAD_DE_GUAYAQUIL_-_ECUADOR 



sábado, 1 de septiembre de 2018

32 DE AGOSTO DE 1975: 
Intento de golpe de Estado en Ecuador.-

La dictadura progresista del general Guillermo Rodríguez Lara (1972-1976) otorgó un rol fundamental al Estado en la economía. Gracias a la riqueza petrolera, bajo control estatal, se logró una modernización capitalista inédita. Además, el nacionalismo de las Fuerzas Armadas preservó el interés del país contra las gigantes petroleras mundiales, acostumbradas a saquear el recurso en América Latina. La política social del gobierno mejoró las condiciones de vida y de trabajo. Y la dictadura no impuso el terrorismo de Estado que por la época implantaron las dictaduras militares anticomunistas del Cono Sur, iniciadas con Pinochet (1973-1990). Paradójicamente, Rodríguez Lara era acusado de “comunista” por las elites marginadas del poder directo.
Las políticas del "Gobierno Nacionalista y Revolucionario de las FFAA" chocaron con los intereses de la burguesía-oligárquica del Ecuador, que progresivamente alentó la salida de Rodríguez.
El 1 de septiembre de 1975 se produjo el levantamiento del general Raúl González Alvear (apoyado por la ultraderecha política y el imperialismo), quien ese día estableció su sede de operaciones en la Funeraria Quito, situada en la esquina de las calles Mejía y Benalcázar, en la ciudad capital.
Durante la mañana se enfrentaron las fuerzas defensoras del Palacio de Gobierno con las insurrectas. La balacera fue de tales niveles que la fachada de Carondelet quedó agujereada por todas partes.
Pero Rodríguez Lara, quien había logrado salir a tiempo del Palacio para trasladarse hasta Riobamba, llegó al caer de la tarde con tanques y tropas, lo que debilitó y aisló a González, quien huyó y se refugió en la embajada de Chile.
Rodríguez Lara, mediante un decreto, prohibió referirse al intento de golpe de Estado del 1 de septiembre. La prensa hizo una jugada conceptual maestra: empezó a hablar del golpe del “32 de agosto” y así se generalizó la ironía quiteña.
Pero el “golpe de la funeraria” ocasionó la división interna de las FFAA, que en enero de 1976 decidieron el cambio de gobierno, instalando un Consejo Supremo (1976-1979) de tres oficiales: almirante Alfredo Poveda Burbano, quien lo presidió, y generales Guillermo Durán Arcentales (ejército) y Luis Leoro Franco (aviación). Este triunvirato abandonó la filosofía nacionalista y revolucionaria, flexibilizó el rol del estado incluso en el manejo del petróleo, inició el endeudamiento externo del país (heredado por los gobiernos constitucionales) y tomó un giro autoritario y represivo, inspirado en el anticomunismo.
Hoy, en el Palacio de Carondelet, todavía pueden verse algunas huellas de la balacera de hace cuatro décadas. Aquí varias fotos para el recuerdo.