El perro caliente, conocido también como hot dog, es uno de los alimentos más icónicos y populares en todo el mundo. Su historia es tan interesante como su sabor, y su evolución ha sido testigo de la creatividad culinaria a lo largo de los años.
Orígenes en Europa
El origen del perro caliente se remonta a Europa, específicamente a Alemania, donde las salchichas eran un alimento común. La salchicha tipo Frankfurt, creada en 1852, es considerada la precursora del hot dog1. Esta salchicha ahumada y rica en especias se convirtió en un éxito en Alemania antes de cruzar el Atlántico.
Llegada a Estados Unidos
El perro caliente llegó a Estados Unidos con los inmigrantes alemanes. Fue en Nueva York donde Charles Feltman, un carnicero alemán, comenzó a vender salchichas en panecillos en las playas de Coney Island en 18672. Este sencillo pero delicioso bocadillo rápidamente ganó popularidad entre los trabajadores y visitantes de la playa.
Popularización y Cultura
El término “hot dog” se popularizó gracias a un caricaturista deportivo llamado Thomas Aloysius “TAD” Dorgan, quien dibujó un perro salchicha dentro de un pan y acuñó el nombre3. Desde entonces, el hot dog se ha convertido en un símbolo de la cultura estadounidense, especialmente asociado con eventos deportivos como el béisbol.
Evolución y Variedades
A lo largo de los años, el perro caliente ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes culturas y gustos. En México, por ejemplo, se le conoce como “jocho” o “dogo”, mientras que en Chile se le llama “completo”. Cada región ha añadido su toque especial, incorporando ingredientes locales y creando versiones únicas de este clásico bocadillo2.