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domingo, 26 de mayo de 2024

Por qué el agujero Negro Sagitario A que está en el centro de la Vía Láctea no se la traga

 


En el corazón de nuestra galaxia reside un monstruo cósmico: el agujero negro supermasivo Sagitario A (Sgr A)*. Con una masa de alrededor de 4.3 millones de veces la del Sol, este gigante devorador de materia podría parecer una amenaza inminente para la Vía Láctea. Sin embargo, a pesar de su inmensa atracción gravitatoria, Sgr A no se tragará nuestra galaxia en el corto plazo.

¿Por qué no?

Varias razones cósmicas protegen a la Vía Láctea de este destino fatal:

1. Movimiento orbital:

Las estrellas y el gas que orbitan Sgr A* no se precipitan directamente hacia él como polillas a una llama. En cambio, siguen órbitas estables dictadas por las leyes de la física. La velocidad orbital de estos objetos es suficiente para contrarrestar la atracción gravitatoria del agujero negro y evitar que sean tragados.

2. Disco de acreción:

No todo el material que se acerca a Sgr A* cae en sus fauces. La mayoría forma un disco de acreción, un anillo giratorio de gas y polvo que orbita el agujero negro. Este disco actúa como un búfer, absorbiendo parte de la atracción gravitatoria y liberando energía en forma de radiación.

3. Alimentación limitada:

Sgr A* no está tragando activamente materia a un ritmo alarmante. De hecho, su tasa de acreción es relativamente baja comparada con otros agujeros negros supermasivos. Esto significa que no está consumiendo suficiente material como para engullir la galaxia rápidamente.

4. Interacciones galácticas:

La Vía Láctea no está sola en el universo. Interactúa con otras galaxias a lo largo del tiempo, lo que afecta la distribución de materia en su interior. Estas interacciones pueden alejar el gas y las estrellas de Sgr A*, reduciendo aún más la cantidad de material disponible para ser devorado.

 

Si bien Sgr A* es una fuerza poderosa en el centro de nuestra galaxia, no representa una amenaza inminente para su existencia. La física, la distribución de la materia y las interacciones con otras galaxias conspiran para proteger a la Vía Láctea.

Referencias

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Artículos científicos:

Sitios web:

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