Enviado por Copil
En los últimos años, China ha llevado a cabo una serie de proyectos de infraestructura impresionantes, pero pocos han capturado la atención mundial como la Presa de las Tres Gargantas. Esta megaobra no solo es un testimonio del ingenio y la capacidad de ingeniería humana, sino que también ha tenido un impacto inesperado en nuestro planeta: ha alterado ligeramente la rotación de la Tierra.
¿Cómo es posible?
La Presa de las Tres Gargantas, ubicada en el río Yangtsé, es la planta hidroeléctrica más grande del mundo. Su construcción implicó la reubicación de millones de personas y la inundación de vastas áreas de tierra. Sin embargo, uno de los efectos más sorprendentes ha sido la redistribución de la masa de agua. Según los científicos, el movimiento de 39,000 millones de metros cúbicos de agua a una altura de 175 metros ha alterado la inercia de la Tierra1.
Impacto en la Rotación de la Tierra
Este cambio en la distribución de la masa ha causado una variación en la rotación del planeta. Aunque el impacto es mínimo, es notable: la duración del día se ha incrementado en aproximadamente 0.06 microsegundos2. Además, el eje de la Tierra se ha desplazado unos 2 centímetros3. Estos cambios, aunque pequeños, son significativos desde una perspectiva geofísica.
Medidas de Protección y Sostenibilidad
China ha implementado varias medidas para mitigar los impactos ambientales de la presa. Estas incluyen programas de reforestación, monitoreo constante de la calidad del agua y esfuerzos para proteger la biodiversidad local. Además, la presa ha contribuido significativamente a la reducción de emisiones de carbono al proporcionar una fuente de energía limpia y renovable.
La Presa de las Tres Gargantas es un ejemplo de cómo las grandes obras de infraestructura pueden tener efectos imprevistos en nuestro planeta. Si bien los beneficios en términos de energía y control de inundaciones son innegables, es crucial continuar monitoreando y gestionando sus impactos ambientales para asegurar un futuro sostenible.