El cajero automático, una innovación que revolucionó la forma en que interactuamos con nuestro dinero, tiene una historia fascinante llena de ideas brillantes, desafíos y éxito. Este dispositivo, que hoy en día consideramos indispensable, tiene sus raíces en las ideas de un visionario que cambió para siempre el mundo de la banca.
El Pionero: John Shepherd-Barron
La historia del cajero automático comienza con John Shepherd-Barron, un ingeniero escocés que trabajaba para De La Rue, una compañía de impresión de seguridad. En la década de 1960, Shepherd-Barron tuvo una epifanía mientras tomaba un baño: ¿por qué no crear una máquina que permitiera a las personas retirar dinero en cualquier momento, sin necesidad de acudir a una sucursal bancaria durante el horario de atención?
La Primera Máquina
Inspirado por la máquina expendedora de chocolate, Shepherd-Barron ideó un dispositivo que entregaría efectivo en lugar de golosinas. Se reunió con el Barclays Bank y les presentó su idea. El banco vio el potencial y decidió invertir en el desarrollo de este innovador aparato.
El 27 de junio de 1967, el primer cajero automático del mundo fue instalado en una sucursal de Barclays en Enfield, al norte de Londres. Este primer modelo utilizaba cheques impregnados con una sustancia radiactiva en lugar de las tarjetas de plástico que conocemos hoy. Los clientes insertaban estos cheques y, tras introducir un código PIN de cuatro dígitos, podían retirar una cantidad fija de dinero.
Evolución y Popularización
Aunque el primer cajero automático fue un éxito, no fue hasta la llegada de las tarjetas de plástico con banda magnética, desarrolladas posteriormente, que estos dispositivos se popularizaron realmente. La tecnología de la banda magnética permitió a los cajeros automáticos ser más seguros y fáciles de usar, lo que contribuyó a su adopción masiva en todo el mundo.
Otra figura clave en la historia del cajero automático fue Don Wetzel, un ingeniero estadounidense que desarrolló la primera versión moderna del cajero automático en 1968 mientras trabajaba para Docutel, una compañía de tecnología. El modelo de Wetzel fue el primero en utilizar tarjetas de plástico y se instaló por primera vez en Chemical Bank en Nueva York en 1969.
Impacto Global
Hoy en día, hay millones de cajeros automáticos en todo el mundo, facilitando el acceso al dinero en efectivo y transformando la forma en que realizamos transacciones bancarias. Desde su creación, el cajero automático ha evolucionado significativamente, incorporando funciones como depósitos, transferencias y pagos de facturas.
La invención del cajero automático no solo ha proporcionado comodidad a los usuarios, sino que también ha impulsado la innovación en el sector bancario, promoviendo el desarrollo de nuevas tecnologías y servicios financieros.
